FLUORIZACIÓN

La fluorización es un método muy importante y eficaz para disminuir las lesiones cariosas que se presentan en las superficies lisas del esmalte.  El flúor que se concentra en los dientes durante el desarrollo de los niños, aumenta la resistencia del esmalte.

Desafortunadamente, el fluoruro no resulta igualmente eficaz para proteger cavidades y fisuras oclusales, en donde se presenta la mayoría de las lesiones cariosas en estos casos se utilizará una medida preventiva que son los sellantes de fosas.

Las Fluoraciones tópicas es un procedimiento sencillo que consiste en colocar unas cubetas (moldes de plástico) en la boca del niño con un gel con flúor por un tiempo aproximado de 4-5 minutos. Al acabar el proceso, el niño no debe de ingerir ningún tipo de alimento ni enjuagarse durante los siguientes 30 minutos. La frecuencia recomendada es de dos aplicaciones anuales, considerándose que cada aplicación supone un aporte de unos 5 ml de compuesto, conteniendo unos 62 mg de flúor en el caso de APF y 45 mg F en los geles de NaF.

La edad propicia para realizar fluorizaciones es después de los 6 años, y previamente valorización del odontólogo el cual determinara si el niño requiere de este método preventivo.